CONSEJOS MÉDICOS

NUTRICIÓN EN EL EMBARAZO

Durante el embarazo normal se presentan cambios en el organismo materno que están dirigidos
a asegurar el adecuado desarrollo fetal, el mantenimiento de la salud materna y responder a las 
demandas del estado de gestación.
Tanto el bajo peso como la obesidad causan alteraciones en la salud materna y fetal, además de
complicaciones antes, durante y después del parto.
El incremento promedio de peso en el embarazo es de 12 a 13  kg. (25 a 30 libras.)
El incremento de peso es uno de los cambios más evidentes durante el embarazo. Los dos
factores que tienen mayor incidencia en el cambio del peso en la gestante son: la acumulación 
de grasa y el incremento del líquido interior del organismo materno (líquido intersticial).

Durante la primera mitad del embarazo la mujer acumula reservas grasas, estas serán utilizadas
en el curso del tercer trimestre del mismo. El aumento de peso a medida que avanza el 

embarazo
se debe al crecimiento del peso del feto.
     Una madre debe alimentarse sanamente durante el embarazo y así el bebé recibirá todos
los nutrientes necesarios para su desarrollo y crecimiento.         
Los cambios en el organismo materno, considerados normales, pueden afectar la manera 
como
las mujeres se alimentan durante el embarazo, y también condicionan las recomendaciones 
nutricionales hechas por su  médico durante este período. Algunas de ellas se describen a 
continuación.
Molestias generales
Las molestias digestivas son comunes en la mayoría de las embarazadas, y pueden afectar 
ingesta
de alimentos durante la gestación.
Durante las semanas iniciales se presentan modificaciones del apetito y la mujer experimenta 

disminución 
de este, y en ocasiones incremento del mismo. No son extraños las náuseas y los vómitos. 
Algunas gestantes refieren cambios en sus preferencias alimentarias (antojos).

Las agrieras o agruras (pirosis), presentes en diferentes etapas del embarazo, especialmente

en las
últimas semanas, hacen que las mujeres eviten el consumo de cierto tipo de alimentos.
Cavidad oral
Las encías de la embarazada pueden crecer, se inflaman y sangran con facilidad. Es frecuente 
que
se presente una enfermedad conocida como gingivitis hipertrófica. A nivel dental no se presentan 
modificaciones, al contrario de lo que clásicamente se pensaba, el embarazo no predispone 
a la caries.

Esófago y estómago
Por efecto de los cambios hormonales presentes durante la gestación, la motilidad del tubo 
digestivo
es lenta.  Consecuencia de lo anterior se presentan la acidez (pirosis) que ya mencionamos.

El vaciamiento del estómago también se vuelve lento y hay un retardo para la absorción del

azúcar (glucosa)
procedente de los alimentos.
Hay que recordar que la principal fuente de energía para el cuerpo humano y el feto es la glucosa.
Intestino delgado
En el embarazo se incrementa la absorción de calcio y de hierro, esto como consecuencia del 
incremento de la demanda de estos dos elementos,  y además por la disminución de la motilidad 
del intestino grueso

Colon
La presencia de constipación o estreñimiento es una queja común en las embarazadas, hay 
diferentes factores relacionados con su origen, entre ellos: cambio de los hábitos de alimentación, 
menor actividad física, compresión del útero sobre la parte terminal del colon, disminución de 
los movimientos del colon, incremento de la absorción de agua en el intestino.
Ano
El desarrollo de hemorroides es frecuente en las gestantes, mucho más frecuentes a medida 
que avanza el embarazo. Estas se presentan como consecuencia de la dificultad en la circulación 
venosa y el estreñimiento.

Estudios realizados en países en desarrollo han reportado que de 100 mujeres  
entre 10 a 49 años, 12 presentan deficiencia de hierro, y que en el grupo de 
16 a 20  años, este número se incrementa a 16.

Las demandas de hierro durante la gestación se incrementan al doble del de las no embarazadas. 
El hecho de que la mujer no menstrué durante el periodo de lactancia, hace que las demandas 
de hierro sean la mitad de las mujeres cuya menstruación llega mensualmente.

Los organismos internacionales recomiendan que las demandas de hierro para mujeres en 
edad reproductiva sean de 15 mg/día, durante el embarazo de 30 mg/día y durante la 
lactancia
de 15 mg/día. Estas cantidades se encuentran en: 150 mg de sulfato ferroso, 300 mg de 
gluconato ferroso, o 100 mg de fumarato ferroso.

En las mujeres con buenas reservas de hierro, que queden en embarazo no se recomienda 

administrar hierro durante los primeros cuatro meses de su gestación.1

Para tener en cuenta:

La absorción de los compuestos de hierro es afectada por los alimentos y los antiácidos. 

Efectos secundarios del uso de hierro en el embarazo incluyen: náuseas, vómito, ardor 
epigástrico, acidez y constipación.

DEMANDAS DE ÁCIDO FÓLICO.
El ácido fólico es un micronutriente que ha demostrado disminuir la incidencia 
de malformaciones del sistema nervioso en el recién nacido.

Se recomienda su administración al menos un mes antes y durante los primeros tres 

meses del embarazo.
La dosis diaria en mujeres no embarazadas es de 0.4 miligramos de ácido fólico al 

día, en las gestantes 
debe incrementarse a 0.6 miligramos por día, y en lactancia 0.5 miligramos por día.

Para tener en cuenta:

La fuentes naturales de ácido fólico incluyen fríjoles, legumbres de hoja verde, granos

y cítricos,
pero su aporte durante el embarazo no ha demostrado tener el mismo efecto que la 
suplencia 
con productos sintéticos. Al contrario, los productos enriquecidos con ácido fólico
(panes fortificados, 
arroz, pastas y cereales) sí han demostrado beneficio.

DEMANDAS DE CALCIO
El calcio es el elemento más representativo en el cuerpo humano. Su presencia 
es fundamental para mantener la salud de los huesos, las funciones de las células
cerebrales, la excitabilidad muscular, la coagulación de la sangre, las funciones 
celulares, e interviene en varias reacciones enzimáticas.

Las recomendaciones de calcio para mujeres entre 14 y 18 años son de 1,300 miligramos 

de calcio al día; en las pacientes entre 19 y 50 años (embarazadas y no embarazadas) son 
de 1,000 miligramos de calcio por día.

La suplencia adecuada de calcio podría prevenir los trastornos hipertensivos del embarazo.

Para tener en cuenta:

El calcio altera la absorción de hierro, por lo tanto, se deben tomar por separado.

Los requerimientos de calcio se cubren recomendando tres porciones diarias de alimentos ricos
en este elemento, estos incluyen la leche y sus derivados (queso, yogur). Un vaso de leche o una 
porción de queso contienen 300 mg de calcio. Las pacientes con intolerancia a los lácteos, en ellas
se recomiendan leche libre de lactosa, alimentos fortificados con calcio y nueces.

DEMANDAS DE PROTEÍNAS
Aunque la principal fuente de energía para el bebé y la madre es el azúcar (glucosa), las 
proteínas son los elementos fundamentales para la conformación de todos los órganos y
tejidos fetales.

Durante el embarazo, los requerimientos de proteínas se incrementan en 25 gramos por día, este
valor se mantiene también durante la lactancia.
Para tener en cuenta:

Las recomendaciones nutricionales realizadas por el personal médico a cargo del cuidado de la 
embarazada deben respetar las costumbres y preferencias de la gestante. Algunos autores 
recomiendan realizar 5 comidas al día, distribuídas de la siguiente forma: al desayuno (20%); 
almuerzo (10%); comida (30%); merienda (10%), y cena (30%).

NO siempre MÁS es MEJOR; el exceder la ingesta de algunas vitaminas puede traer
problemas de salud para la embarazada.2

¡Pregunte siempre al médico que está a cargo de su cuidado!

RECOMENDACIONES PARA LA SELECCIÓN DE ALGUNOS ALIMENTOS.
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En términos generales los objetivos en la elección de alimentos deben ser.
·         Disminuir el consumo de calorías aportadas en forma de grasas (lípidos).
·         Bajar el consumo de grasas saturadas.
·         Bajar el consumo de colesterol proveniente de la dieta.
·         Bajar el consumo de azúcares de rápida absorción y uso.
·         Incrementar el aporte de vitaminas y minerales, según las recomendaciones de ingesta diaria.

        
 




No consumir:
 Cantidades elevadas de café.
 Se debe evitar el consumo de alcohol, inclusive en pequeñas cantidades.
Ten presentes cada una de las recomendaciones para que tu bebé nazca sano.  

Gracias por visitarme,
Bendiciones a tod@s.



No olvide que...


Los médicos no somos dioses, sino instrumentos en las manos de Dios.